Existen varios tipos de sociedades que pueden constituir los autónomos persona física. Sin embargo, normalmente constituyen una Sociedad Limitada.
¿Por qué?
Por dos aspectos muy importantes: la carga fiscal y la limitación de la responsabilidad.
¿Cuándo es el momento de pasar de autónomo a sociedad?
Podemos hablar de tres momentos en los que el autónomo debería tomar esta decisión.
1. Carga fiscal
Los autónomos persona física tributan mediante el impuesto sobre la renta (IRPF), y a partir de unos ingresos de 60.000 euros deben tributar a un tipo del 45%.
Por el contrario, la fiscalidad de las sociedades tiene un tipo del 25% que, además, puede llegar a reducirse gracias a las deducciones disponibles.
Esta decisión es buena tomarla cuando los ingresos se incrementan y comienzan a ser elevados.
2. Responsabilidad
Los autónomos persona física tienen la obligación de responder a su patrimonio personal.
Una de las principales ventajas que supone constituir una sociedad es que las deudas se asumen con el capital de la empresa.
3. Acceso a financiación
Las sociedades tienen mayor facilidad de conseguir financiación.